Hoy, amaneció un nuevo sol,
las aves suspiraron una nueva canción
su canto, hoy, movió mi corazón
y mi mente viajó y en ti se posó.
Entre sueños repetía un nombre
y una voz le cantó a mi pecho
notas silenciosas de extraño verso,
páginas jamás escritas por mano de hombre
estampadas en pétalos,
escritas en sangre,
palabras de amor, alimento del alma
y la voz, suave, me las dictaba,
Hoy, desperté saboreando ese nombre
miel, café, un sensual toque.
La luna que tomé a cucharadas,
mi latido que otra vez palpitaba,
tú, ángel, le prestaste tus alas.
Adicto de la luna
imagino tu figura,
tus pupilas recorriendo con finura,
letras que suspiran la pregunta:
soñé tu nombre,
me lo ha quitado la mañana
dime, princesa mágica,
¿cómo te llamas?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario