lunes, 21 de mayo de 2012

Soneto II -Pequeña 'Ars Poetica'-


Beatriz, divina exaltación del Italiano,
la musa de aquella homérica odisea
que con infinitos colores me bombardea:
tú, mujer, tormenta perfecta, canto de piano.

Flor de Petrarca y del Quijote, Dulcinea,
locura, invade mi espacio: guía mi mano
a lo profundo del gozo y llanto humano.
Inspiración completa que en lo alto ondea.

Ay, mujer, elíxir del poeta, en tu plano
dejas besos lejos, inconexos al aeda
que llora a su Helena, muerto el mar troyano,

y busca ideal romántico, nombres corea:
princesas o reinas, en su balcón, ¡Julieta! No.
En tinieblas, polvo. El poeta cabecea.


jueves, 17 de mayo de 2012

Soneto I

Acompañas entonces mis erráticos pasos
dándole frescura a mi locura que se oculta,
a veces, y se ocupa de apagar esos rasgos
tristes, cansados, grises: lloran suerte injusta.

Reciben mis brazos tu momento catártico,
comprendo, aconsejo; entonces juego: verso.
Corazones que laten en un canto rítmico,
abismo reducido veo, es tiempo: beso.

Arrojo un día flores, doce, a tu ventana
de bronce, las recoges y preguntas, voz dulce,
quién merece tal magia, suave voz de campana

que al amor mismo mata, sus palabras conoce.
'Tú, princesa', yo digo, 'rima sin ti es vana'.
'No', lloras, devuelves la rosa. Muere, no luce.


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