¿Por qué el
silencio es mi mejor arma?
Surcar quisiera
los míticos aires
hasta llegar al
pico más luminoso de la luna,
ahí, donde reposa
tu nombre a la luz de ésta.
Surcar por el
espacio nebuloso de los sueños,
robar acaso las
soñolientas flores del mejor jardín:
aquellas rosas
color plata que sólo florecen de noche.
Llegar y hablarte
como mi pequeñez nunca me ha dejado hablar;
llegar y descubrir
el centro de tu luz, robarle una sonrisa,
tallar en ese
núcleo mi nombre para que no me olvides
al momento de despertar,
al momento que nos rompa el sol.
Y llegar un
viernes más, cargado de silencio,
temeroso de errar,
esperando brillen tus hermanas
porque, Estrella, bajo la noche es más cálida tu hermosa luz.
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