Soy una sombra entre tantas,
soy ilusión.
Soy el eco de un canto olvidado,
mínimo,
gris
—el tiempo mismo ignora
si el canto fue alguna vez bello:
hoy es vacío.
Soy el reflejo de un instante,
luz que a nadie lumbre,
cuerpo olvidado por las valquirias cegadas de otro resplandor.
Soy opaco.
Soy soledad.
Mas te busco.
En las noches de luna, donde ella no viaja,
te busco;
en los minutos primeros, que todos obvian,
te busco;
en los sueños oscuros, que todos olvidan,
te busco.
Una soledad que busca a otra
en cada gota de lluvia
que cae por accidente
o en cada palabra ignorada
de un discurso maravilloso
y espero encontrarte.
La suma de dos silencios hacen suspiro.
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