domingo, 20 de diciembre de 2009

Cuestión de sangre. Capítulo 1.

Escribí con su propia sangre su epitafio. La noche tenía una luna hermosa, enorme, llena. Una luna que siempre me gustó ver, en aquellas montañas que marcaban el límite entre el territorio de Secisaj y mi país, Hyrule. Las estrellas también iluminaban aquellos paisajes rocosos en donde la nieve empezaba ya a caer. Nieve enrojecida por la sangre maldita del ser cuyo cuerpo se consumía lentamente, como derritiéndose, o más bien fundiéndose, con la nieve. Su rostro, que mostraba aún el rictus de dolor, poco a poco se hacía nada, con un silbido misterioso que se perdía con los tempranos vientos.

“Aquí murió Gregorous Mikanake, el Invencible. Nacido el 16 de octubre de 1678. Muerto por Syaoran Gybeni el 22 de julio de 2008. Aquí quedó el último de los Mikakane”

¿Quién dijo que eran invencibles? ¿Quién fue lo bastante tonto como para pensar, que no se le podía dar muerte a los vampiros? Balas de plata, navajas con la inscripción de los Cuatro Sabios en el mango, hojas de laurel bañadas en más plata. Embustes. Los vampiros mueren como cualquier otro ser que habita, si es que ellos lo hacen, en el planeta. Enfermedad, golpes, pérdida de su sangre, mutilaciones. El problema es que son resistentes. La mayoría de las armas no pueden con ellos. Excepto unas cuantas. Entre ellas, la mía.

Forjada desde tiempos que ya nadie recuerda, Galatea pasó por las manos de los elfos del bosque, por los guerreros que defendieron Hyrule en los tiempos en que el Héroe del Tiempo blandía su Espada Maestra en la Guerra de los Nobles, por el rey mismo de Hyrule, aquel que custodiaba la Sagrada Fuerza. Espada que en los primeros años del pasado milenio fue recogida por Teocritus Fagadin, el primer cazavampiros del que se tuvo memoria. Espada que ha pasado por varios hombres que limpian el mundo de estos malditos, sangre contaminada por el crimen y por el horror de un ritual fallido, putrefacto.

-Syaoran, ¡corre!... ¡Corre Syaoran!
-Tonta mujer… no vale la pena resistirse…

Sangre que salpica la pared. El hombre de ojos azules que hunde sus colmillos en el cuello de Yelenna, viuda de Hokaru Gybeni…

-¡Corre Syaoran, corre!-sus últimas palabras se apagan con el rugido furioso del vampiro que se alimenta con brutalidad de la sangre que mana por el cuello, la herida en el costado que empapa el enlosado, sangre oscura que jamás se borró de la mente de Syaoran…


Los vampiros son, pues, casi inmortales. Bien es cierto que rara vez se enferman y que en caso de no hacerlo, el tiempo pasa sobre ellos tan lentamente que es imperceptible. Sin embargo, es bien sabido que ningún vampiro ha pasado de los 2000 años. Se alimentan de sangre humana, les da fuerza y les revitaliza. Pueden alimentarse de la sangre de otros vampiros, con la cual tomarían los poderes del vampiro en cuestión, pero rara vez ellos practican ese rito. No es necesario matar un humano para tomar su sangre, pero en definitiva, a la mayoría parece no importarle. Además, el mortal que tome la sangre de un vampiro, se convertirá en uno… Al menos, eso dicen.

-Quiero ser un cazavampiros…
-Estás loco niño, vamos sal de mi vista
-No es una pregunta, señor.
-Venga, chico idiota. No es un juego… además, ¿qué te hace pensar que puedes ser uno?
-Mi madre fue asesinada por uno, señor. Eso me basta.


Oskar Grayscare… el asesino de mi madre…

-Juro, ante el Templo de Elwing la Bella, que no me relacionaré de ninguna forma con la sangre vampírica. Que viviré para combatir esa peste que asola a nuestra nación, y que…

El código…

-… renunciaré a cualquier vínculo de amistad o amor…

Por el bien de la Organización…

-Ya no podemos seguirnos viendo, Marion…
-¿Acaso, te prohiben amar?


Renunciar al amor…

-Sí…

Soy Syaoran Gybeni, un cazavampiros.

2 comentarios:

  1. auch...

    jejejejejeje...contraste con Victoria y Franco, me gusta...qué pasará??? quiero saber....

    ayer me dormí como a las 2 por intentar terminar el cap IV...no sé hasta dónde has leído...

    Sabes que Vic detesta a los de su raza??? anhela ser mortal...

    no, no sé qué pasará después...mi mente está tan torcida como la tuya que no sé...

    crees que debería hacer un blog e irla publicando ahi???


    me gusta Syaoran Gybeni y sabes...me motiva a escribir más sobre Victoria jajajajaja

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