Calla, mira.
Lo sé. Hoy se anuncia por todos lados
como vulgar propaganda
las maravillas de tu género.
Debate. Polémica.
El discurso se ensucia:
furia, ideas ajenas,
ganas de destacar en un ring plagado de equívocos.
Pero tú...
Te coloco desde ya aparte. Ajena.
Sobre todas las demás.
Única y mágica.
Un sueño azul
sobre estrellas confundidas
de pseudolibertad y frases hechas;
caótica dulzura
sobre ordenadas razones
de hipocresía y paradoja.
Tú. Mujer sobre toda musa o ángel
sobre toda flor o joya
sobre toda coherencia u orden
tú, mujer sobre toda mujer.
Pero tú...
cuando miras al mar bravo desde el faro luminoso
o al horizonte pulcro desde la torre plata
o a la nube envinada por el beso del primer lucero
tú
no miras
a donde esta pluma se desangra
de tantas victorias mínimas
de tanta derrota orgullosa.
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